El sistema de salud de nuestro país expone una serie de fallas crónicas en la administración pública, como en casi ninguna otra área del gobierno. Esto se debe en gran parte a que sus incentivos son todos erróneos. En lugar de mejorar la atención médica y salud de cada estadounidense, el sistema de salud beneficia en gran medida a las empresas bien conectadas, los intereses especiales y el gobierno.
Nuestro sistema de salud debe enfocarse en su misión principal de mejorar la salud y resultados de nuestros ciudadanos. Nuestra nación tiene el potencial de proveer a cada estadounidense con una atención médica de calidad. Para hacerlo, tenemos que empoderar al pueblo americano y poner en sus manos las decisiones más intimas, y prevenir que políticos y burócratas decidan cómo y dónde se brinde atención médica.
La Agenda de América Primero:
- Protege a los Más Vulnerables, Incluyendo las Personas Mayor de Edad y Aquellas con Condiciones Preexistentes
- Mejora el Acceso a Médicos de Confianza y Atención Adecuada
- Aumenta los Planes de Salud Asequibles y Otras Formas de Cobertura
- Promueve el Control Individual de Atención Médica
- Baja los Precios de Medicinas Recetadas
- Promueve Precios Transparentes y por Adelantado